Primero que nada, soy hijo, soy padre y también soy esposo.

Curioso desde pequeño por asuntos sobre nuestra humanidad, sobre nuestro mar interior. Me considero algo así como un niño explorador. Desde pequeño reconozco que me gusta escuchar a las personas, aprovechando para mirar y para sentirme mirado, en conexión con el otro.

En este momento me encuentro realizando un instructorado de Mindfulness, que también sumo como herramienta en mis consultas, creando un espacio seguro y de cercanía con mis clientes. Descubro que, cuando logramos un estado de calma, este propicia que un humano más profundo se muestre en nosotros; eso es lo que en verdad somos. Sueño con contribuir al mundo con un espacio de encuentro y sanación. Me ilusiona poder llegar a más personas, estando al servicio de la reconciliación.